Los días han pasado y el año también y aquí estamos a dos días de navidad, de seguro todo por tu casa huele a ella, ya estamos de vacaciones y disfrutando de comer todo lo delicioso que trae esta época.
El año que Jesús nació no era esperado, nadie hacia fiesta en su honor, ni lugar digno le dieron para nacer. Por eso es bueno que cada año hagamos fiesta en Su honor, que recordemos Su maravilloso nacimiento y ministerio en esta tierra.
Aunque el nacimiento de Jesús careció de muchas cosas fue glorioso para el cielo y para muchos que tenían corazones llenos de fe en Dios.
Podemos leer en las Escrituras a dos grupos que alabaron a Dios en el momento de su nacimiento y que hicieron aún más especial ese momento para María y José, estos grupos también dieron paz a los padres de Jesús con sus declaraciones.
Los Pastores.
Vivo en un pueblo en el campo y con regularidad me toca ver pastores de ovejas, gente sencilla, con mucha paciencia y amable.
Y viene a mi mente el versículo que dice “Porque Jehová es excelso (magnifico, sublime), y atiende al humilde.” (Salmos 138:6). Dios ama a los humildes y no dudo que esos pastores tenían un corazón entregado a Dios en humildad. Eran hombres que esperaban al Mesías prometido y que Dios les dio el privilegio de conocerle. “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.” (Proverbios 22:4)
Tener un corazón humilde como los de aquellos pastores nos harán ver las grandezas de Dios, ver Su gloria en acción.
Los Ángeles.
En el mismo escenario con los pastores vemos a los ángeles quienes dieron el aviso a ellos para que fuesen a adorar a Cristo.
¿te imaginas un coro de ángeles? A mí la verdad me cuesta un poco imaginar, la grandeza, el esplendor, las voces angelicales, la gloria, no puedo imaginar una escena así.
Aunque los hombres no dieron gloria a Jesús, Su Padre se encargó de hacer ese momento único, especial y lleno de momentos memorables hasta hoy en día, el Hijo de Dios vino a este mundo, en forma de hombre, de bebé, de siervo para rescatarnos y darnos victoria.
Estos son motivos suficientes para hacer de estos días memoria de la grandeza de nuestro Dios y de la humildad de nuestro Salvador.
“Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho”
Lucas 2:20
Así como los primeros testigos oculares de nuestro salvador debemos de ser, debemos alabar y glorificar a Dios por todo lo que sabemos de Él y por todo lo que Él ha hecho en nosotras.
Que estos días de navidad sean para dar gloria a quien la merece, a Jesús el Salvador del mundo.
ACERCA DEL AUTOR
Chilena radicada en Puebla, México. Feliz de servir al Señor y a las mujeres de su alrededor. Estudió teología básica en Palabra de Vida Argentina, actualmente continúa sus estudios a distancia en la universidad bautista de Lousiana, Puedes leer más de sus escritos en "Mujer a paso firme"
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