La sal es buena; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonarán? Tengan sal en ustedes y estén en paz los unos con los otros. Marcos 9: 50
La sal es muy importante en la cocina, ya que ella es la que sazona las comidas. Sin ella, el sabor de las comidas es simple y sin gusto. Además de ello, es importante para adobar algunos alimentos a fin de que puedan guardarse en la nevera sin temor a que se dañen. Así es la gracia de Dios en nuestros corazones, no solo le da sentido y propósito a todos los que en Él creemos y nacemos de nuevo, sino que nos guarda del mal y nos preserva de la corrupción del pecado.
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 1 Pedro 4:10
Ser buenas administradoras de la gracia de Dios es tener sal en nosotras. Administrar bien la gracia de Dios es tener un estilo de vida agradable a Sus ojos y edificante a los demás. Debemos estar bien cimentadas en la doctrina de la gracia y en la Palabra de Dios, ser prudentes al hablar y también en nuestra conducta, guardar nuestro corazón de lo malo y llevar una vida en santidad; viviendo de esta manera, seremos mujeres sabias que marcarán la diferencia siendo luz en un mundo necio y lleno de maldad.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:16
Bella: Como hijas de Dios debemos ser luz en este mundo, reflejando a Cristo en nuestra forma de vivir. ¿Será fácil? No, ya que en el mundo que vivimos el pecado es popular y común, pero seguir a Cristo es extraño y anormal.
La sociedad incita a la rebeldía a Dios, pero el creyente promueve a Su obediencia.
La palabra de Dios nos dice que hagamos resplandecer la luz de Jesús que está en nosotras. Gracias a Su Espíritu podemos decir SÍ a la voluntad de Dios y NO a lo que Él aborrece: el pecado.
Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos. 1 corintios 4:13
La palabra de Dios nos muestra el rechazo que el mundo hace a quienes hacen Su voluntad y el desprecio que tienen a quienes siguen a Jesús. Incluso, muchos por causa de salvar su alma, perdieron su vida. Los apóstoles fueron los primeros en ser perseguidos y asesinados por testificar de Cristo y predicar la Palabra Dios en todo tiempo, algunos padecieron hasta morir, pero permanecieron firmes en la fe y gozosos ante la adversidad.
Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece. 1 Juan 3:13
Amiga, todos los que amamos a Dios y hemos sido sellados con Su Espíritu, en algún momento hemos sido aborrecidos y señalados porque decidimos obedecer a Dios, antes que ceder a la presión de este mundo para desobedecerle. Y aunque no es fácil, debemos ser perseverantes e inamovibles en la fe. Si las personas en el mundo nos llaman raros, extraños, anticuados y nos hacen Bullying por seguir a Jesús, alegrémonos, pues es una señal de que estamos caminando bien con Dios. Recuerda que el que es amigo del mundo es enemigo de Dios (Santiago 4:4).
Pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. 1 Pedro 4: 16
El mundo aplaude el pecado y condena la santidad
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