Pienso en ti


“Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
    Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.” 
Salmos 42:1 

El salmista usa como ejemplo a esta lectura a un ciervo, las características de un siervo es que son humildes, tímidos, son listos y les gusta la libertad.

Verso 2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente; ¿cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?

Así como la vida de un ciervo depende del agua, nuestras vidas dependen de Dios. Los que lo buscan y desean comprenderlo encontrarán una vida que no tiene final.

Salmo 42:5 ¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez por la salvación de su presencia.

En esta mitad del salmo leemos como el salmista le habla a su alma, a su espíritu, reflexionando ¿Por qué me voy a preocupar? ¿Por qué razón me tengo que inquietar? Y me encanta como él mismo se responde pues en lugar de darle lugar a la incertidumbre el elige confiar en Dios.

Hasta esta parte del salmo Dios nos ha dado grandes enseñanzas:

1.- Clamar a Dios como clama un ciervo

2.- Reconocer que dependemos solamente de Él.

3.- Elegir confiar en ÉL en lugar de darle lugar a la preocupación.

Me siento muy angustiado, y por eso pienso en ti. Las olas de tristeza que has mandado sobre mí, son como un mar agitado; son como violentas cascadas
que descienden de los cerros, de los montes Hermón y Mizar,
y se estrellan en el río Jordán.8 Te ruego, Dios de mi vida,
que de día me muestres tu amor, y que por la noche tu canto me acompañe.
9 Tú eres mi protector, ¿por qué te olvidaste de mí?¿Por qué debo andar triste
y perseguido por mis enemigos?10 Sus burlas me hieren profundamente, pues no dejan de decirme:«¡Ahora sí, tu Dios te abandono.

En esta segunda parte del salmo leemos como llega la desesperación, la angustia, la tristeza y el dolor. Y como todo ser humano cuando nos sentimos en esas condiciones lo primero que muy mal hacemos es quejarnos… ¿Y porque a mí? ¿ Porque yo?.

Casi admitimos el papel de víctimas, queja tras queja cuando lo que debemos hacer es lo contrario, convertir esas quejas en ruegos a Dios clamando en oración derramando nuestro corazón ante sus pies.


Verso 11 ¡Pero no hay razón para que me inquiete!
¡No hay razón para que me preocupe!
¡Pondré mi confianza en Dios mi salvador!
¡Sólo a él alabaré!

Cerrando el salmo de una manera maravillosa ya no en queja ni con duda, sino muy convencido, afirmando que no hay razón ninguna para estar preocupado en lugar de eso decidir poner su confianza en Dios.

 Que hoy y siempre te acompañe este pensamiento amada
“No estoy sola Dios está conmigo”






ACERCA DEL AUTOR

Kary de Zavala
Rescatada por la Gracia de Dios, ahora esposa y madre de gemelos, cada día busca aprender más acerca de Cristo y el servicio en Ama a Dios Grandemente y JóvenesADG.

Se denomina así mismo como una mujer determinada que confía y cree en el propósito de Dios para su vida y su familia. 

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