Discípulo verdadero



Nos encontramos ante la elección de los diáconos. Recuerda cuáles eran parte de los requisitos para escoger a las personas: Buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y sabiduría ; y capaces de llevar la tarea a cabo.
 No por nada se enfatiza en las características de Esteban, era uno de los judíos-romanos que podían enseñar y predicar en las sinagogas. Él tenía acceso a los judíos griegos que aún no creían y eligió no desperdiciar ni un sólo segundo.

"... y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía…"
Hechos 6:5

Así que rápidamente Esteban enfrentó problemas y persecución a causa de su pasión en la fe y por no negar a Jesús.

Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo. Entonces se levantaron unos de la sinagoga llamada de los libertos, y de los de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de Asia, disputando con Esteban. Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba.”
Hechos 6:8-10

Nos encontramos ahora ante el Concilio; donde Esteban da su último esfuerzo para hacer entender que el cambio era inminente.

Esteban expone con denuedo toda la historia de Israel. Hace un panorama recordando cada uno de los momentos donde Dios había sacado adelante al pueblo de Israel, por donde los había llevado; de que los había librado. Esteban ante su visión continúa hablando de Jesús. Esteban es tan sabio hablando que no olvida ni un solo dato; hasta llegar a la cúspide de su discurso...

“...si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano, …”
Hechos 7:48

Esteban estaba abierto al cambio; a diferencia de los judíos hebreos, no tenía compromiso ante la tradición. Así que fue más fácil para él entender que el templo y la ley eran temporales, eran solamente cosas. Esteban entendió que Jesús vino a cumplir con toda la ley y ahora lo que seguía era cambiar.

Vamos a hacer una pausa y vamos a escabullirnos por un momento en el Concilio. Ahí estaban los fariseos, los escribas y ancianos; estaban los que acusaban a Esteban con las calumnias y mentiras, los de la sinagoga de los libertos; y por supuesto Esteban.
Imagina estar escuchando a una persona relativamente joven hablar con tal sabiduría, con un dominio de la palabra que no podían negar. No era un maestro de la ley, no era un rabí, no era un fariseo; era una persona común y corriente; era un discípulo verdadero que hablaba de su maestro.

Esteban estaba frente a lo que serían sus jueces y verdugos, estaba frente a quienes tenían su vida en sus manos y aun así elige no callar.

“Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra él.”
Hechos 7:54


Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.”
Hechos 7:59-60

Actualmente muchos cristianos se encuentran en la misma posición de Esteban. Rodeados de personas que niegan la verdad de Jesucristo, enfrentando muertes horribles; sin embargo ellos hablan con denuedo y sin miedo.

Hace 5 años hubo un ataque yihadista en la Universidad de Garissa, Kenia. Fueron tomados como rehenes a profesores y estudiantes; pero solo las personas que eran cristianas fueron asesinadas. Cada una de esas 152 personas fueron valientes y no negaron su fe aún al borde de la muerte.

Como Esteban, muchos cristianos alrededor del mundo se enfrentan con una convicción firme, sin titubear, ante su cultura, sus amigos y familiares, incluso ante sus enemigos.

Me imagino cada uno de estos 152 jóvenes diciendo “¡Si creo en Jesús!” y un segundo después viendo cara a cara a Jesús. Me imagino a Esteban cara a cara con Jesús y así a muchos otros.

Y entiendo que esto da temor y por eso huimos de los opresores, así como los judíos que se enfrentaron ante la muerte de Esteban, se dispersaron alrededor del territorio. Así como algunos de los sobrevivientes al atentado que dicen haberse escondido entre los cuerpos para no ser asesinados o los 535 estudiantes que aún no se sabe nada de ellos. O los cristianos que trabajan de encubierto en el mundo oriental. Son tantas las personas que trabajan para que el evangelio sea extendido por el mundo.

Tomemos coraje en Jesús y no tengamos miedo de los opresores, no tengamos miedo a esos “Saulos” con corazón endurecido que se vanaglorian de la muerte de los mártires presumiendo su estatus, su pecado y “su razón”.

Tomate unos segundos para orar por los discípulos de hoy en día que están bajo riesgo pero siguen haciendo la obra.

“Dios siempre tiene un propósito con la muerte de un cristiano que no niega su fe”

Permite que el Espíritu Santo te muestre ese propósito en tu vida. Permite que el Espíritu Santo te capacite para hablar con denuedo ante el mundo. Permite que el Espíritu Santo te guíe hacia donde debes ir.

Y por último: ¿Qué tipo de cambios quiere hacer Dios hoy? En tu vida, en tu familia, en tu iglesia, en tu secundaria o universidad, en tu pueblo, en tu país.


Acerca del autor 



Laura Alfaro  
Tiene 28 años, es Costarricense. Sirve a los jóvenes en una agencia misionera junto a su esposo, cree firmemente en el discipulado basado en el modelo de Jesús y establecer relaciones fuertes. Le apasiona servir a las mujeres dentro de ADG



Estamos estudiando la serie de Hechos - Equipadas ayer y Hoy


Si recién descubriste nuestra página y deseas incorporarte a la serie de estudio actual puedes consultar nuestro método de estudio.

¡Si estás siguiendo el estudio con tu grupo presencial o virtual no olvides compartir lo que aprendiste el día de hoy, tu aporte puede ser de estímulo para otra joven como tú!

0 Comentarios

Follow Me On Instagram