Piensa en lo que es Verdad

Nuestros actos son resultado de las ideas y pensamientos, que constantemente albergamos en nuestra mente. De ahí la importancia de tener pensamientos buenos, correctos que aporten para bien a nuestra vida y a quienes están a nuestro alrededor. No podemos esperar tomar buenas decisiones si no tenemos pensamientos buenos, eso sería esperar que un árbol malo produzca buenos frutos, ¿comprendes? Ahora, toma un momento y piensa en lo que estabas pensando antes de leer este articulo o quizá mejor anoche antes de dormir ¿recuerdas?

Nuestra mente es como un jardín donde los pensamientos son como semillas y cada pensamiento producirá ramas, flores y frutos, estos frutos podrían ser para nuestra vida de edificación, de destrucción, de alegría, de desánimo, etc., sin duda serán el resultado de lo que estamos nutriendo nuestra mente, de lo que la estamos ocupando. Somos lo que pensamos:


Todo lo que decimos, todo lo que hacemos y sentimos se origina en  nuestra mente; así que mi querida amiga cuida en lo que ocupas tu mente. Quizá te preguntas ¿en qué debo ocuparla? ¿En qué debo pensar? Dejemos que la Palabra de Dios nos dé la respuesta:


Debemos vivir conscientes que nuestra mente es un campo de batalla, en donde libramos a diario muchas guerras. Satanás no quiere que vivamos en victoria sino de derrota en derrota, él conoce muy bien cuáles son nuestras inseguridades y debilidades, lo que nos gusta y lo que no nos gusta. Y a pesar que sabe bien que como hijas de Dios no puede tocarnos, invertirá todo su tiempo y sus dardos con tal de derrotarnos: con pensamientos, razonamientos, teorías e ideas, contrarias a la Palabra de Dios. Si abrimos la puerta de nuestra mente, éstos afectaran nuestra manera de pensar y como resultado nuestra manera de vivir. Recuerda que somos aquello que pensamos. Por eso es necesario renovar nuestros pensamientos, alinearlos a la verdad de la Palabra de Dios. Dejemos de pensar en aquello que nos hace daño, que nos quita la paz, que no nos deja avanzar y comprobaremos la perfecta voluntad de Dios para nuestras vidas:


Es necesario que aprendamos a filtrar y evaluar en qué ocupamos nuestra mente. La mejor manera de hacerlo es a través del filtro de la Palabra de Dios, aquella Palabra por la cual Él creo todas las cosas y las sustenta. Aférrate a la verdad de Dios y desecha las mentiras con la verdad, Jesucristo es el camino, Él es la Verdad y la vida eterna; no des más vueltas en este asunto y lleva tus pensamientos sujetos a la obediencia a Cristo Jesús, medita en la palabra de Dios de día y de noche, mantén tu mente y tus pensamientos concentrados en todo lo que es VERDADERO, todo lo honesto, todo lo justo,  lo puro, todo lo amable, piensa en cosas excelentes y dignas de alabanza.
Piensa en lo que es verdad y no permitas que el padre de mentira susurre a tus oídos sus mentiras, la decisión es tuya, ¿a quién escucharas? ¿Le creerás a Dios? Por mi parte, decido confiar en Su voluntad para mi vida y caminar en Su verdad.