MIEDO AL RECHAZO


“A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”. 
Juan 1:11

En mi país hace muchos años hubo un dúo de jóvenes promesas del canto y la música que hicieron historia en la región donde vivo, escribieron hermosas canciones cristianas, por cierto ellos eran el “Dúo Sal”. Una de sus canciones  más conocidas dice  así:

Conocido por la gente, carpintero hijo de José de María y sus hermanos que nunca le conocieron, rechazado por hablar cosas preciosas que ningún hombre haya contado, sinceridad salía de él.”

Juan describe muy bien las palabras de este devocional cuando dice que Jesús vino primero a la casa de Israel, la salvación era para los judíos, pero ellos no le recibieron, al contrario, lo rechazaron porque ellos tenían la expectativa de un Mesías muy distinto a Jesús, Él no cumplió el perfil de un Rey que los libertaría de la opresión romana, sin embargo Jesús vino a hacer cambios en el orden interno de la vida de las personas y no en el externo.

Jesús declaró ser el hijo de Dios, el mesías prometido y esto fue una herejía para los líderes judíos, ¿cómo un hombre de Galilea, hijo de un carpintero sería el Mesías?

Jesús marcó la diferencia, fue rechazado y excluido, hablaron a sus espaldas, maquinaron contra él, fue parte del precio que tuvo que pagar por amor a nosotras.

¿Qué más puedes esperar tú? ¿Has sido rechazada o marginada por ser quién eres en Cristo?

El rechazo es real, se vive, se siente y muchas veces duele. Sin embargo, lo que experimentó Jesús no se compara quizás al rechazo que has recibido. Jesús lo experimentó por ser un hombre especial, tal como lo dice la letra de esta canción, por hablar cosas preciosas, por decir la verdad, por enfrentar y confrontar el pecado, por tener la autoridad de Dios en su vida, por impactar la vida de otros y producir milagros y sanidades, por ser el hijo de Dios, el ÚNIGENITO Hijo de Dios.

¿Temes al rechazo? ¿Has sentido vergüenza por decir o actuar como una hija de Dios?

 Ten por seguro que el precio que pagó Jesús siempre será el mayor precio comparado al nuestro, pero sí, es verdad, también uno paga el precio de ser rechazadapor decir la verdad, por no tranzar los principios de Dios y ser fiel al Señor. Y muchas veces por temor a ser rechazadas no vivimos los principios de Dios y nos aliamos con el mundo, por temor a ser excluida del grupo, por ser parte de ese círculo de “amigos”, entonces nos mimetizamos con la corriente de este mundo porque no queremos pagar el precio.

Jesús experimentó lo mismo que nosotras, sin embargo El salió victorioso porque no estaba solo y fue fiel a Dios en los momentos más difíciles de su vida, por amor a ti y a mí.  El Señor nos ayude a ser jóvenes comprometidas por amor a Dios, a Cristo nuestro libertador, recuerda:

“El perfecto amor echa fuera el temor”.

 Que tu amor por Jesús sea el mejor antídoto para no temer ser rechazada, tu vida está escondida en Cristo Jesús, tu identidad fue restaurada en la cruz ¡y tú eres una hija amada, y aceptada por Dios, por lo que Jesús pagó!




ACERCA DEL AUTOR

Elba Castañeda
Esposa y madre de tres jóvenes energéticos, sirve al Señor junto a su esposo como pastores desde hace 16 años. Egresada del Instituto Bíblico de las Asambleas de Dios en Valparaíso-Chile. Divide su tiempo entre las actividades de casa y la iglesia. Se destaca como una mujer con un espíritu joven. Puedes encontrar más de sus escritos en El Gozo de ser Mujer. 

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