“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel”
Isaías 6:1
La venida de Cristo a este mundo significo, sin lugar a dudas, muchas cosas, desde cambios globales como una marca en el tiempo (antes de Cristo y después de Cristo) y marcas personales como el sello del Espíritu Santo.
Esta semana comenzaremos a ver las razones que hicieron venir a Jesús a este mundo, y si bien ayer pudimos ver la que una de las razones fue la redención hoy podemos ver que Dios también se preocupa de sanar nuestros corazones, no solo quiere salvarnos también quiere sanarnos.
Cuando llegamos a los pies de Cristo siempre es porque estamos pasando por momentos difíciles y miramos hacia arriba dentro de nuestra desesperada situación y vemos el lugar más seguro que podemos hallar y es Jesucristo, quien tiene siempre buenos mensajes para nosotras, podemos sentir Su amor tan palpable como si estuviese abrazándonos, nos da paz y libertad a nuestros problemas.
Todo esto es posible gracias a Su entrega sin límites al venir sujeto a la voluntad de Su Padre. Y cuando pensemos en esto debemos sentirnos gozosas, felices y completas.
Si este año que está terminando no fue del todo bueno para ti, clama a Dios y pídele que vende tu corazón, que te de libertad para comenzar un año nuevo libre ante Su presencia.
Que nuestro pesar sea cambiado por alabanza, que nuestras heridas sean cambiadas por alegrías, deja que Dios consuele tu corazón y siéntete amada.
El nacimiento de nuestro Salvador debe causar un impacto en tu vida cada vez que lo recuerdes, debe mantener viva la esperanza en ti y debe hacerte pensar que en Él tenemos victoria.
“porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”
Lucas 19:10
Recuerda que Jesús nos redimió y nos dio el derecho de ser hijos de Dios, y tenemos un Padre lleno de poder que es capaz de hacer milagros en tu vida, entrégale tu corazón y no dejes que este año termine sin poder vestirte con el manto de alegría.
"a ordenar que los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya."
Isaías 61:3
Los mantos no son algo que usemos en épocas de calor, pero cuando hace frÍo es lo que nos cubre y nos calienta, así es también en lo espiritual en épocas de tristezas arrópate con el manto de alabanza y deja que Dios abrigue tu corazón con la esperanza de nuestro Salvador, gózate recordando que Jesús vino a este mundo para que nunca más estuviésemos solas (“Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” Mateo 28:20) y agradece al recordar que tenemos un Dios que cumple sus promesas y que es capaz de dejar todo por amor a ti.
ACERCA DEL AUTOR
Chilena radicada en Puebla, México. Feliz de servir al Señor y a las mujeres de su alrededor. Estudió teología básica en Palabra de Vida Argentina, actualmente continúa sus estudios a distancia en la universidad bautista de Lousiana, Puedes leer más de sus escritos en "Mujer a paso firme"
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