Imagínate a una persona que es promovida en su fuente laboral gracias a su experiencia, su entrega y su excelente trabajo desarrollado durante bastante tiempo. Imagina ahora que esta persona exprese que no quiere eso, que prefiere seguir en su mismo puesto y ganando según el contrato anterior. Sería raro ¿cierto?
Sin embargo, esto sucede con muchos creyentes, pues existiendo un nuevo pacto que beneficia enormemente a todos, algunos prefieren seguir con el “antiguo contrato”.
En el antiguo pacto, las obras que uno hacía definían la relación con El Padre y además marcaban el camino para obtener Su favor, ese antiguo pacto quedó obsoleto. La Biblia dice: «Al llamar “nuevo” a ese pacto, ha declarado obsoleto al anterior; y lo que se vuelve obsoleto y envejece ya está por desaparecer» (Hebreos 8:13 NVI).
La cruz es la evidencia que mostró que el anterior pacto no funcionó y que era necesario perfeccionar todo con el Nuevo Pacto, el pacto del sacrificio de Jesús. Porque ¿de qué otra manera puede uno pensar que Dios habría entregado a Su único Hijo para que fuera tratado como el peor de los pecadores y brutalmente crucificado? ¿Por qué adjudicarse un precio tan alto habiendo ya un pacto? La respuesta está en el conocimiento de Dios. El Padre sabía que ningún ser humano podía justificarse ante Dios mediante la ley. Solo el sacrificio de Jesús pudo declarar justo al más vil pecador.
La Ley nos muestra todas nuestras fallas, pero la Gracia del Nuevo Pacto nos muestra todas las victorias en Cristo.
Bajo la ley éramos esclavos, bajo la gracia hemos sido hechos hijos… (Juan 1:12)
La ley comenzaba diciendo “Amarás … ” La gracia comienza diciendo: “Porque de tal manera amó Dios …“ (Juan 3:16)
Bajo la ley un hijo rebelde era echado fuera de la ciudad y apedreado (Deuteronomio 21:18-21). Bajo la gracia el hijo pródigo puede confesar su pecado y volver de nuevo a la comunión de su padre (Lucas 15:21-24).
Bajo la ley las ovejas mueren por el pastor. Bajo la gracia, el pastor da su vida por las ovejas (Juan 10:11).
Amiga, la Ley tiene que ver con lo que nosotras debemos hacer, la Gracia nos muestra lo que Cristo hizo por ti y por mí. El Nuevo Pacto es superior al pacto de la Ley. Este nuevo contrato es mucho mejor, lleno de beneficios. Y si sabes y crees que Jesús murió una sola vez y para siempre por tus pecados, estás en el nuevo pacto, en el pacto de gracia eterna.
Así que no seamos como aquella persona que tenía un contrato nuevo a su disposición pero su corazón elegía vivir en el antiguo. Ya Jesús hizo la obra perfecta y completa y ahora El Padre se deleita en darnos todo lo que Su hijo obtuvo. Lo viejo pasó, lo nuevo llegó, lo que hace Jesús es completo. Creamos y sobre todo vivamos en ello, ¡en ese glorioso intercambio!
¿Cómo puede ser que el Bueno y Justo
se hizo hombre y fuera a morir
por el más vil pecador?
¿Cómo siendo yo Su enemigo
el sufrimiento en mi lugar tomó
en aquella cruz?
Y cargó mi maldad sobre Él,
Su rectitud, por la fe, mía es.
Aleluya, glorioso intercambio
Oh cuán gran misterio
que por gracia salvo soy
Aleluya, gloria sea a Cristo
por Su sacrificio
declarado justo soy en Él
¿Cómo es posible que en Jesús
como a Su Hijo Él me recibió
Y Su nombre llevo hoy?
Su perfecta vida de obediencia al Padre
al yo creer, Él me otorgó
y perdón me dio
Pues cargó mi maldad sobre Él
Su rectitud, por la fe, mía es.
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