Él siempre suple

 



“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta
 conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” 
Filipenses 4:19

Nuestro texto es una “nota de agradecimiento” que Pablo escribió a los filipenses que habían dado con sacrificio para satisfacer las necesidades de él en su viaje misionero. En este pasaje recibimos una de las promesas más reconfortantes de la Biblia:

Si damos fielmente a la obra del Señor, Él suplirá todas nuestras necesidades.

Pablo elogia a la iglesia de Filipos recordándoles cómo, después de que él partió de su región (Macedonia), compartieron con él el tema de dar y recibir (4:15-16). En ese momento, fueron la única iglesia que tomó la iniciativa de enviar apoyo a Pablo. Aun así, Pablo les recuerda a los tesalonicenses cómo trabajaba con sus manos para satisfacer sus necesidades cuando estaba con ellos (2 Tes. 3: 7-9), a pesar de las ofrendas y regalos. 

Jesús, en Lucas 16: 10-13, después de dar la parábola del mayordomo injusto, dijo: "El que es fiel en lo muy poco, también es fiel en lo mucho". Si somos fieles en cómo usamos nuestro dinero para hacer avanzar Su reino, el Señor nos confiará “verdaderas riquezas” en Él (v.11).

El punto es que no le estamos dando al pastor ni a la iglesia, no estamos dando a la organización misionera o a algún misionero. Le estamos dando a Dios mismo y debemos hacerlo con un corazón de amor y gratitud, para glorificarlo (Fil.4:20).

Él promete suplir todas nuestras necesidades de acuerdo con Sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. ¡Qué asombrosa promesa! El Dios que es dueño de toda la tierra dice que satisfará nuestras necesidades si damos fielmente. Es una bendición saber esto en tu propia experiencia mientras lo ves hacerlo.

El dar requiere fe. Como cuando Abraham tuvo temor por lo que pasaría cuando entraran a Egipto, nosotros de pronto podamos pensar: ¡qué falta de fe! Pero cuando nos encontramos en una posición similar ¿confiamos por completo en que El Señor proveerá, confiamos que todo saldrá bien? 

Probablemente no haya un indicador más preciso en nuestra vida espiritual que la ofrenda a la obra del Señor. ¿Damos solo a regañadientes y bajo presión? Si es así, entonces no estamos enfocados en la abundante gracia de nuestro Señor en nuestra vida. ¿Damos de vez en cuando, no de forma sistemática? Entonces probablemente no seamos fieles en otras disciplinas de la vida cristiana, como nuestro devocional. ¿Somos tacaños con nuestra ofrenda? Entonces nuestro amor por el Señor probablemente sea frío y estéril. 

La razón por la que nuestra ofrenda es un indicador bastante bueno de nuestra vida espiritual es el hecho de saber que nuestro corazón está ligado a nuestro tesoro. Jesús enseñó: "Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón" (Mateo 6:21). 

Spurgeon, un predicador ingles del siglo 19, dio una gran ilustración del maravilloso milagro de 2 Reyes 4:1-7, donde Eliseo le dijo a la viuda que juntara vasijas vacías, las acomodara y derramara el aceite de una de las vasijas pequeñas que ella tenía en las vasijas vacías. Ella milagrosamente llenó y llenó cada vasija vacía hasta que estuvieron todas llenas.

  • Toda nuestra necesidad es como las vasijas vacías.
  • Dios es el único que puede llenar esas vasijas.
  • De acuerdo con Sus riquezas en gloria, describe el estilo en el cual Dios llena las vasijas vacías, el aceite sigue fluyendo hasta que cada vasija disponible sea llena.
  • En Cristo Jesús, Dios satisface nuestras necesidades, nuestras vasijas vacías son llenas en toda Su gloria.

Por lo tanto, debemos dar fielmente a la obra del Señor para promover el evangelio con un corazón de adoración a nuestro Salvador, quien se entregó a Sí mismo por nuestros pecados. 



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