“Descendí a los cimientos de los montes;
La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre;
Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.
Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová,
Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.”
Jonás 2:6-7
Jonás moría por dentro, no solo porque el agua llenaba sus pulmones o por la desesperación que se debe sentir al ahogarse; sino que también moría de manera espiritual, moría porque sabía que había desobedecido, moría porque entendía la magnitud de negarse a hacer la voluntad de Dios y ahora entendía mejor que antes que desobedecer al llamado de Dios es un camino difícil, donde la única manera de regresar a tu vida y dejar de sentir el vacío dentro de ti: es reconociendo, pidiendo perdón y ejerciendo lo que Dios te pide que hagas.
Y no solo Jonás se ha sentido así, muchos otros personajes bíblicos sintieron desfallecer su alma a causa de la desobediencia espiritual. Quizás con Jonás podemos ver de una manera más clara las consecuencias de no aceptar los planes de Dios para la vida, porque literalmente fue a parar dentro de un gran pez y no fue hasta entonces que él pudo reconocer el poder de Dios y entender que no hay lugar donde escapemos de Su presencia, entender que Dios no cambia de opinión y Sus planes para tu vida serán los mismos hoy y siempre.
La mayoría de nosotras ha querido escapar del control de Dios, pensamos, como Jonás, que hay lugares donde Dios ya no nos puede observar y puede que ir en la dirección contraria a lo que El nos manda lo puede hacer cambiar de opinión. Y cuando estamos “lejos de El” sentimos dentro de nosotras que algo se apagó, que no podemos estar completas, que nos gusta esta nueva decisión de vida que tomamos, pero no podemos ser completamente felices y es porque estamos lejos de quien nos amó, de quien dio todo por mí.
En otros casos la dirección que tomamos para alejarnos de Dios es horrible, nos lleva a lugares donde desearíamos nunca haber ido, nos lleva tan lejos de Él que sentimos que no hay retorno, que nada puede sacarte de este horrible lugar, que no te queda más opción que olvidar que puedes volver a tener una vida como la que Dios quería para ti, olvidar que algún día fuiste cristiana y gozabas de asistir a la iglesia, de las actividades con los hermanos. Olvidar a veces es la mejor opción.
Pero sabes Dios en su eterna misericordia sigue escuchando tu clamor, Él sigue mirando tu angustiado corazón y sigue dispuesto a ayudarte, a cambiar tu lamento en alegría y limpiar tu corazón, El no se puede negar a Si mismo y su amor por ti sigue intacto.
“El es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;
El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias.”
Salmo 103:3-4
Dios escucha tu oración siempre, incluso si estas dentro de un pez y debajo del mar, no dudes en clamar al Único que pude sacar tu vida del hoyo, Aquel que pude transformar tu vida y cambiar tus colores oscuros por colores radiantes como el arco iris. Vuelve a Él, te esta esperando.
Dios, mi querida amiga, puede encontrarte desde donde sea que le pidas ayuda, Él no tiene lugares donde no tenga señal o donde no exista ubicación. Nuestro Redentor solo esta esperando tu llamado de ayuda.
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ACERCA DEL AUTOR
Andrea Donoso
Chilena radicada en Puebla, México. Feliz de servir al Señor y a las mujeres de su alrededor. Estudió teología básica en Palabra de Vida Argentina, actualmente continúa sus estudios a distancia en la universidad bautista de Lousiana, Puedes leer más de sus escritos en "Mujer a paso firme"
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Recuerda que estamos estudiando de la serie Jonás - Amar al falto de amor
¡Revisa el plan de lectura!
Semana 2 - Dios está en medio de nuestras tormentas incluso cuando somos desobedientes
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