Siete días de veinticuatro horas



Llegando al final de esta primera carta a los tesalonicenses, Pablo dedica cinco versos para dar sus instrucciones finales que resultan de cabecera para los creyentes de ese siglo y ¡también del nuestro!

Leamos juntas 1 Tesalonicenses 5: 23 al 28 y veamos qué principios para nuestra interacción en el cuerpo de Cristo descubrimos allí.

Pablo comienza su despedida enfocándose en nuestra santificación, habla de nuestra alma y nuestro cuerpo, no refiriéndose a partes específicas del mismo, sino que nos manda a estar entregados a Dios en cada área de nuestra vida, en aquellas visibles a los demás como el carácter, el trabajo, la familia y también las invisibles, pensamientos e intensiones. Como hijas de Dios y seguidoras de Cristo no podemos dividir nuestra vida en neutral y religiosa.

Es un error pensar que podemos separar la vida espiritual de todo el resto de lo que somos, o creer que podemos obedecer a Dios sólo un día de la semana. Cristo debe ser el centro de nuestra vida, no un recurso religioso. 

Debes dejar de ir a la Iglesia sólo a buscar la sanidad de tus heridas y bendiciones terrenales,  de ver la Iglesia cristiana como un centro terapéutico. Cristo murió y resucitó por nosotras. Esto debe llevarnos a amarle sobre todas las cosas, y a amar a los demás así como nos amamos a nosotras mismas (amarás a tu prójimo como a ti mismo).

Esta verdad es suficiente para llevarnos a formar parte de una iglesia local, comprometernos con ella, poner en ejercicio nuestros dones allí, rendir cuentas a los pastores, amar y servir.
Esto nos mostró Cristo en sus treinta y tres años en la Tierra, y Pablo enseña:

1. Hermanos, oren por nosotros. 1 Ts  5:25 (NTV)
Los siervos de Dios necesitan oraciones, tanto el hermano que está peleando la buena batalla de la fe en una misión, como el que sólo vemos una vez a la semana en la Iglesia.

Esto significa que en vez de hacer una larga lista de peticiones sólo para vos y tus placeres, debes incluir en tus oraciones a tus pastores, líderes y hermanos.  Agradece por ellos, pide salud y bendiciones para ellos y sus familias. Ocupa gran parte de tu tiempo intercediendo por los demás.

2. Saluden a los hermanos con un beso santo. 1 Ts 5:26 (NTV)
Trata a tus hermanos con pureza, sin peleas, rivalidades, ni egoísmo. Muestra amor desde el saludo, con un abrazo ¡tan necesario en medio de este mundo que sólo vive para sí mismo! Ama de verdad.

3. Les ordeno, en el nombre del Señor, que les lean esta carta todos los hermanos. 1 sT 5:27 (NTV)
Pablo les pide que el contenido de esta carta llegue al conocimiento de todos los hermanos, pues en ella no sólo contesta preguntas importantes, sino también ofrece palabras de aliento para ese tiempo especial.

¿Acaso no hace esto la Palabra de Dios en sus sesenta y seis libros? ¡Claro que sí! En ella hallarás un tesoro.   ¿No quieres abrirlo?  ¡Aprovecha tu tiempo! Lee con tus amigas la Biblia, descubran juntas sus verdades, encuentren respuestas, ámenla.  ¿O piensas que esto se limita a los domingos dentro de una iglesia? De ninguna manera. ¡Ánimo, que tienes siete días de veinticuatro horas en la semana para realizar estas prácticas!

Para finalizar, volvamos al inicio:   AQUEL QUE LOS LLAMA ES FIEL.  1 Ts 5:24 (NTV)

¡Sí! Dios cumplirá Su obra en ti. No porque lo merezcas, sino porque Él es fiel aún cuando tú eres infiel.  Él persevera aún cuando tú abandonas.

Es Su gracia la que nos sostendrá hasta el fin. 





ACERCA DEL AUTOR




Antonella Azuaga
Tiene 21 años y sirve al Señor a través de Mujer Virtuosa, escribe para llevar las buenas noticias a los quebrantados y afligidos. Es parte la congregación más que vencedores, vive en Paraguay junto con su familia, quienes también apoyan la familia de Ama a Dios Grandemente.

2 Comentarios

  1. Muchas gracias por leernos linda! 😘

    Te animamos participar de nuestros grupos de estudio!
    Un abrazo grande!

    ResponderBorrar

Follow Me On Instagram