Hay muerte pero también hay esperanza



Los tesalonicenses tenían varias ideas erradas acerca de la resurrección y la segunda venida de Jesucristo. El mundo en aquella época se enfrentaba con la muerte, y al mismo tiempo con gran desesperanza y resignación.

Leamos lo que escribieron grandes hombres de aquel siglo:
                                                                                                                                 
1. ‘’Una vez que un hombre muere, no hay esperanza de que resucite’’. Esquilo- Escritor y dramaturgo.

2. ‘’Mientras hay vida hay esperanza, pero no la hay para los muertos’’. Teócrito- Escritor de poesías e himnos.

3. ‘’Una vez que se pone nuestra breve lumbrera, no nos queda más que una perpetua noche en la que no podemos hacer más que dormir’’. Catulo- Poeta italiano

4. ‘’No era; llegué a ser; ya no soy; no me importa nada’’.  Escrita en una lápida

Sólo de leer estas cuatro frases sobre la muerte ya me hizo sentir pena y compasión por aquellos que viven sin ninguna esperanza. (1ª Tesalonicenses 4:13)

Y es realmente más doloroso aún, cuando entre quienes piensan así se encuentran nuestros familiares y seres amados que no están en Cristo.  Una sugerencia rápida podría ser que vayamos a predicarles de Cristo, que cumplamos con ese deber y ¡listo! Pero esa no es la idea de este artículo.

Mi deseo es que puedas anhelar la segunda venida, que vivas centrada en la cruz y experimentes el amor por las almas que se pierden, de lo contrario sería en vano tu esfuerzo de predicar ‘’por compromiso’’.

Pablo nos exhorta a alentarnos unos a otros con las palabras del pasaje de hoy.  Realmente en estas palabras inspiradas por nuestro Dios hay verdadero consuelo y ánimo.  Lo que escribe en estos versos debiera provocarnos hacer fiesta, saltar de alegría, pero me temo que ni siquiera le dediques el tiempo necesario para meditar en esta valiosa verdad por estar pensando en la lista de cosas que tienes por hacer luego de leer este artículo. Aún así, te pido que prestes mucha atención por favor, pues literalmente es de vida o muerte. 

Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, lo mismo
podemos estar seguros de que Dios traerá con Él a los que hayan quedado dormidos mediante Jesús.

1 Tesalonicenses 4:14 (King James Version traducida al español)

Dice la Palabra de Dios que la paga del pecado es muerte, es decir que la muerte es consecuencia del pecado. Pero Jesús murió para destruir por Su muerte al que tenía el imperio de la muerte (Hebreos 2:14), y resucitó para sentarse a la diestra de Dios (Marcos 16:19). Y a los que por fe Le recibimos como Salvador,  nos resucitó juntamente con Él y nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús (Efesios 2:6).  Quiero que entiendas esto, subráyalo en tu Biblia, pégalo en tu heladera, o déjalo como fondo de pantalla: PODEMOS ESTAR SEGUROS de que Dios traerá con Él a los que hayan quedado dormidos en el Señor.

¿Entiendes? La muerte no es el final de la historia, es apenas el paso que nos traslada de esta vida temporal aquí a la vida eterna junto a nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Te animo a que leas estos versos no sólo cuando necesites consuelo ante la pérdida de alguien, sino que te apasiones y ames la obra de Jesús en la cruz y Su segunda venida, que estés preparada para responderte los cuestionamientos acerca de la resurrección de Jesús, y del despertar en Su gloria de aquellos que durmieron en el Señor.

No vivas como una chica que no tiene esperanzas, ahogándote en los problemas de esta vida pasajera. Vive lo que te queda aquí con esperanza, avistando la eternidad.







ACERCA DEL AUTOR




Antonella Azuaga
Tiene 21 años y sirve al Señor a través de Mujer Virtuosa, escribe para llevar las buenas noticias a los quebrantados y afligidos. Es parte la congregación más que vencedores, vive en Paraguay junto con su familia, quienes también apoyan la familia de Ama a Dios Grandemente.

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