Camina hacia la eternidad junto a Cristo



Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará".  Deuteronomio 31:6 

Mantener enfocada nuestra mente en las verdades bíblicas es de suma protección y resguardo contra el miedo y la ansiedad. El enfoque de la mente no es algo nuevo, corrientes de filosofías orientales muy de moda en occidente como el yoga, realzan la importancia de la meditación para mantener la mente en blanco y experimentar paz interior.

Las verdades eternas y acrisoladas de la palabra inspirada por Dios no encajan entre posibles filosofías de vida que puedes considerar para probar y ver si es que funciona o no. Los apóstoles en la iglesia primitiva no ofrecieron cursos gratuitos de sanidad interior para el equilibrio emocional; ellos comunicaron la verdad que nos libera de la condenación del pecado, que a su vez nos prepara en santificación para presentarnos a Dios por medio de Cristo en la eternidad. Así que lo mejor que podemos hacer es NO considerar la biblia y el caminar con Cristo como una simple terapia de solución a las crisis de pánico.

La palabra de Dios ofrece guía para el ajuste de los pensamientos torcidos que el enemigo intenta socavar a toda costa en nuestra mente. Nuestro deber es llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo ¿Lo recuerdas? Sujeta tus pensamientos porque Dios te ha dado un espíritu de dominio propio listo para tomar autoridad sobre pensamientos desalineados con la voluntad de Él y desecharlos para reemplazarlos por la palabra de Dios.

No se trata de automotivación ni autoayuda.  Aunque ciertamente Dios pone el querer en mí y en ti para que actuemos, no somos nosotras las protagonistas. Es Cristo Jesús, el autor de eterna salvación, con Su poder obrando en nuestro interior, quien se lleva toda la gloria.

Amiga: Puedes enfrentarte a esos ataques de pánico con la palabra de Dios porque es Él, en última instancia quien va contigo. Dios no te dejará ni te desamparará. Así que cuando vengan a ti esas señales de que se aproxima el pánico y experimentes ansiedad, cuando te falte el aire o te dé mareo y sientas vértigo, grítale a tu mente ¡El Señor está conmigo! Y a medida que recobres la calma, respira la verdad absoluta de la palabra, camina con el Señor sobre cada expresión escrita en la biblia, porque sus veredas son paz.

El Espíritu Santo te ama porque has sido lavada con la sangre del Cordero, te acompaña, te cuida, ha puesto un cerco alrededor tuyo, te sostiene cada mañana, procura moldearte a la imagen de Jesucristo para presentarte ante el Padre en la eternidad. Y estas tres personas de la trinidad actúan a tu favor, no porque lo merezcas y estés pagando un tratamiento terapéutico, sino porque el Señor te muestra Su amor, y ha decidido ser tu Salvador.

Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento”. Salmos 23:4

Glorifica a Dios porque Él nunca te abandonará, ha dispuesto para ti Su presencia, no necesitas pasar por esto sola. Su misma persona te toma de la mano para que atravieses este valle de temor con plena confianza de que Él está contigo. No hay de qué temer.

Camina hacia la eternidad confiada junto a Él, y observa cómo al amparo de Su mano las sombras del temor y la ansiedad se disipan. Experimenta en Cristo lo que ninguna teoría humana puede lograr: Paz en medio de la tormenta


ACERCA DEL AUTOR  

Angélica Jiménez
Hija de Pastores misioneros de nacionalidad Colombiana, ha servido desde los 9 años junto a sus padres en los países de Bolivia y Argentina. Diagnosticada alrededor del año 2009 con Síndrome de Eisenmenger ha propuesto en su corazón servir a Dios hasta el día en que él se lo permita. Sus experiencias en la obra misionera continúan labrando el sueño de brindar herramientas bíblicas para las jóvenes de hoy.



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