Todo es Todo


“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios…”.  
1Tesalonicenses 5:18

Si, en todo, y todo es todo.

Es fácil dar gracias cuando ves que las cosas van de lujo,  el sentimiento de gratitud te sale hasta por los poros, saludas al chofer, ayudas a la anciana con sus bolsas, abres la puerta a tus compañeros, y todas esas cosas lindas que te salen sin pensarlo  dos veces cuando el día va bien, pero seamos realistas, el hecho de ser cristianas no supone que tengamos una vida color de rosa, que todo es bendición tras bendición contemplando la gloria de Dios a diario.

La vida es compleja, rutinaria y fatigosa, Eclesiastés lo expresa bien, hay días en que no me pintan los pajaritos para levantarme cual princesa de Disney y disfrutar del encanto del día. Es cierto.

La diferencia entre una chica que no tiene a Cristo morando en su corazón y la que si lo tiene, es enorme, una joven Cristiana anhelará por sobre todas las circunstancias hacer la voluntad de Dios, y 1 tesalonicenses 5:18 me encanta, porque nos señala que parte de la voluntad de Dios incluye dar gracias tanto en los días hechos para disfrutar, como en los días hechos para llorar.

Cuando los recursos son limitados, cuando te encuentras siendo probada por Dios, cuando muere un ser amado, cuando no sabes qué decisión tomar, cuando las cosas no se dieron como lo estabas esperando, cuando te enfermas, cuando hay problemas en casa, cuando te sientes débil, en fin, en toda la infinidad de circunstancias, Dios desea que haya en tu corazón un sentir de gratitud.

Y tú dirás ¿Debo agradecer cuando no tengo lo que necesito, cuando estoy sintiendo mi corazón despedazado, cuando estoy frente a la tumba, cuando me desespero porque no sé qué es lo mejor, cuando tenía un plan trazado y de la noche a la mañana todo cambió, cuando estoy postrada en la cama sin poder hacer algo útil, cuando veo que en casa las discusiones nos ahogan, debo agradecer cuando lloro por lo poco que soy?

Hay periodos en la vida, cuando sentimos que nada a nuestro alrededor tiene solución, todo el panorama se pinta de negro, y el sentimiento de gratitud escasea, no parece lógico sentirse agradecida en momentos así, pero aun siendo ilógico, Dios nos pide ser agradecidas.

¿Por qué Dios nos pide algo tan absurdo? Cuando agradecemos en cualquier circunstancia estamos reconociendo que Él es el soberano y que envía cada situación en particular a nuestra vida porque eso es parte del proceso de santificación que tanto anhelamos.

Dar gracias es atribuirle a Él el hecho de que tiene el control sobre nosotras, pues  todo lo que Él hace es perfecto, y que todo lo que de Dios viene es para nuestro bien, siempre siempre  para perfeccionarnos a la imagen de Jesús.

¡Es todo un reto! Pero no tengas miedo en perseguir un corazón agradecido en todo momento, tómalo como un estilo de vida que marque una diferencia a tu alrededor, agradece de manera radical, agradece de manera contínua, hazlo con liberalidad, hazlo con sencillez, hazlo con amor.

 Cuando te lo propones y lo haces fielmente, tu perspectiva cambia, puedes contemplar tus circunstancias a la luz de los ojos divinos, entonces todo encaja a la perfección. ¡Y con mayores razones agradecerás!

Este estudio En todo da Gracias ya ha culminado, pero es sólo el inicio de una nueva aventura para el resto de tu vida. Vamos, ponlo en práctica.




ACERCA DEL AUTOR

Angélica Jiménez
Hija de Pastores misioneros de nacionalidad Colombiana, ha servido desde los 9 años junto a sus padres en los países de Bolivia y Argentina. Diagnosticada alrededor del año 2009 con Síndrome de Eisenmenger ha propuesto en su corazón servir a Dios hasta el día en que él se lo permita. Sus experiencias en la obra misionera continúan labrando el sueño de brindar herramientas bíblicas para las jóvenes de hoy.

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