GOBERNADA POR DIOS



Filipenses 3:20-21

“En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas."

El apóstol Pablo, en esta carta a los Filipenses les recuerda a ellos, que nosotros los cristianos somos como extranjeros en esta tierra, somos peregrinos, y que estamos de paso, pues vamos a volver a nuestra verdadera patria, que es la celestial, junto a nuestro Señor Jesucristo que vino para avisarnos y mostrarnos el camino a casa nuevamente, que cuando El regrese vamos a ser transformados a lo que éramos antes, en un cuerpo con ciudadanía celestial, ahora el mismo Señor Jesucristo lo recuperó, haciéndose uno de nosotros para pagar por todas las transgresiones que nos quitaban ese derecho. 

Ciudadanía es un derecho civil que se otorga a toda persona que haya nacido en un país o región o que la haya adquirido al cumplir ciertos requisitos.

Los que viven en otro país donde no son ciudadanos son considerados como extranjeros.
Y es precisamente lo que tú y yo somos, vamos de paso en este mundo, somos extranjeras, ya que nuestra ciudadanía está en los cielos.

¿Cuál es tu verdadera ciudadanía?

Ahora bien, hasta que ese momento llegue tenemos que cumplir con ciertas leyes. Pero eso no quiere decir que participemos en las actividades que no agraden a Dios. 

Recordemos que no nos tenemos que amoldar al mundo actual más bien debemos renovar nuestro pensamiento a la manera de Dios (Romanos 12:2).

Si nosotras nos abstenemos de toda especie de los deseos de la carne y no nos apegamos a las cosas materiales, si no que vivimos como ciudadanos celestiales, siendo luz en medio de las tinieblas, vamos a heredar el reino y gobierno de Dios, y vamos a ser vivificadas y transformadas para ser semejantes a su gloria por el Espíritu Santo de Dios.
Porque ser ciudadana del cielo es ser gobernada por Dios, que se haga la voluntad de Dios así en la tierra como en cielo.

Señor hoy te pedimos humildemente que nos ayudes a vivir en este mundo como ciudadanas de tu reino, perdona las transgresiones que hemos cometido a Tu ley, te rogamos nos ayudes en este proceso donde aspiramos a ser ciudadanos del cielo en el nombre de Jesús amen.





ACERCA DEL AUTOR

Kary de Zavala
Rescatada por la Gracia de Dios, ahora esposa y madre de gemelos, cada día busca aprender más acerca de Cristo y el servicio en Ama a Dios Grandemente y JóvenesADG.


Se denomina así mismo como una mujer determinada que confía y cree en el propósito de Dios para su vida y su familia. 

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