DEVOCIONAL: 2 Corintios 4:7-9
La mayoría de las películas que he visto donde los protagonistas se enfrentan a una calle sin salida, o encerrados en un callejón sin tener por donde escapar, acorralados cuando los enemigos están flotando de felicidad porque conseguirán el objetivo de destruirles surge repentinamente una salida inesperada como MacGiver, ese personaje de la televisión que siempre tenía a mano una solución y herramienta necesaria para salir del paso. Tú y yo diremos es que son películas basadas en la fantasía, la verdad sí.
Sin embargo al leer estos versículos me traen a mi memoria cuando me he sentido acorralada, abrumada, sin esperanza, frustrada, impotente, encerrada como en un callejón sin salida cuando vivimos circunstancias difíciles como la que experimentó Sara ante una infertilidad o a las prisiones y persecuciones de Pablo, situaciones duras, a veces pensando que nunca vamos a liberarnos de ellas.
Quizás hoy tú estás pasando por algo difícil, por un proceso doloroso, no lo sé, pero sí sé es que la Palabra de Dios hoy nos convoca a un llamado de fe, a vivir una vida pura de fe.
Dios sabe que nuestra vida no es fácil, por lo tanto sí vivimos atribuladas, en apuros, sí nos derriban, sí nos persiguen, ¿verdad? Pero tenemos dos caminos: o sucumbimos a esas situaciones y morimos en el intento humano y personal de salir solas de esas circunstancias o tomar en serio a Dios y vivir esta palabra.
Te decía que Dios sabe que en el mundo en que vivimos experimentamos dolor, pruebas duras muchas veces, pero no todo termina allí, esos procesos Dios los revierte para bien de nuestras vidas “a fin de que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotras” (2Corintios 4:7) y allí está la clave QUE SEA DE DIOS…
Sí querida mía, del Señor, porque dolor habrá, tribulaciones y todo lo anterior pero con Cristo no tenemos porque angustiarnos, desesperarnos, sentirnos desamparadas o destruidas, nunca experimentaremos tales sentimientos si tu vida y la mía está anclada en Cristo para que su poder fluya y nos levante en cada situación difícil, para que nuestro héroe venga y nos dé la salida de ese callejón, eso no es fantasía, es una realidad que podemos vivirla, si decidimos vivir por Fe y creerle a Dios y echar mano de sus promesas.
Tormentas oscuras habrán, pero Dios siempre trae la calma, siempre hay una salida, Dios siempre tiene la solución. “Encomienda a Jehová tu camino, confía en El y El hará”. Salmos 37:4
ACERCA DEL AUTOR
Elba Castañeda
Esposa y madre de tres jóvenes energéticos, sirve al Señor junto a su esposo como pastores desde hace 16 años. Egresada del Instituto Bíblico de las Asambleas de Dios en Valparaíso-Chile. Divide su tiempo entre las actividades de casa y la iglesia. Se destaca como una mujer con un espíritu joven. Puedes encontrar más de sus escritos en El Gozo de ser Mujer.
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